martes, 8 de marzo de 2011

Buscando un nombre (I)

Dar con el nombre definitivo de la compañía nos costó dos sesiones (a partir de ahora "reuniones de compañía").
PRIMERA REUNIÓN
En la primera reunión colocamos las mesas y las sillas en forma de U. Esta nueva distribución de la clase les llamó la atención, ya que no sabían qué íbamos a hacer. Su curiosidad crecía por momentos. Cuando ya estuvieron todos colocados en su sitio, les planteé que íbamos a formar una compañía de teatro y que debíamos encontrar un nombre para ella. Era grato observar que mientras explicaba qué íbamos a hacer, todos estaban en silencio y motivados por la nueva actividad, que se salía del discurso habitual de una clase de lengua.

Me resultó difícil dirigir el debate y dar ideas acerca de cómo se puede llamar una compañía. Primero, lancé la pregunta abierta: "¿Qué propuestas tenéis de nombres? ¿cómo nos podríamos llamar?" Y no supieron qué contestar. Entonces, empecé a guiar la elección y sugerirles formas de crear un nombre. El nombre tenía que identificar a todo el grupo y todos teníamos que estar de acuerdo con él. Nadie podía destacar sobre el resto; por eso descartamos una primera sugerencia: "Chavo y compañía", ya que solo mencionaba a un chico de la compañía y el resto quedaba como mera comparsa. Les costó, sobre todo a Chavo (apodo de uno d elos chicos), aceptar que ese no sería el nombre. Hubo risas ante la insistencia de él en que el nombre fuera ese.
A todos les expliqué que las compañías de teatro solían tomar nombres representativos: a veces relacionados con algún elemento escénico (Bambalina Teatre), otras veces con el nombre del teatro en que actuaban (Teatre el Micalet), otras con el tipo de teatro que hacían (Compañía Nacional de Teatro Clásico), etc.
Les sugerí que podíamos tomar las iniciales de nuestros nombres y formar un acróstico, pero éramos tantos (20 personas), que la combinación de letras nos daba nombres excesivamente largos o raros.
También probamos con algún rasgo que nos caracterizara  a todos, y en seguida salió el tema de la risa ("Risotadas y carcajadas" "Pasa la risa" "Salsrisa"); ya que en esa clase siempre nos estamos riendo. La verdad es que me hacen reír mucho y son muy bromistas.
Con varios nombres propuestos (Chakini company, Chakili company y Chakimi company; así como los puestos anteriormente) votamos. Salió en un primer momento Chakili Company, pero no nos fuimos demasiado satisfechos a casa; ya que el nombre seguía siendo un acróstico que solo señalaba las iniciales de tres o cuatro personas.
Ese día quedó el tema así. Reflexioné acerca de cómo participaban en el debate y tuve que pensar en alguna estrategia para que en la próxima reunión hablaran uno a uno.
En esta primera reunión, introduje la figura del secretario/a, que anotaba el resumen de la reunión. Fue gratificante que la alumna que más hablaba en clase siempre y que casi nunca hacía las tareas, fuera la primera en presentarse voluntaria para ejercer esta función. Lo hizo notablemente. También le encargué que moderara el turno de palabras. (Error por mi parte, ya que no podía hacer dos tareas a la vez; así que en la siguiente reunión modifiqué este aspecto y dos personas ejercieron sendas tareas). Les dije que compraría un libro de actas para que cada reunión uno de ellos hiciera el resumen.
Necesitábamos también un logotipo de compañía, que, por supuesto, se encargó de dibujar el grafitero del curso, a quien todos a una eligieron para esta función.
Por último, anoté en la pizarra qué tareas había en una compañía de teatro y les pedí que averiguaran cuáles eran las funciones de cada una de estas tareas (director, ayudante de dirección, relaciones públicas, guionistas, vestuario, maquillaje, sonido y efectos especiales, decorados, etc.), para que pensaran qué función podía realizar cada uno de ellos.
Con esto terminó nuestra primera reunión de compañía. Fructífera y provechosa.

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